Alumnas:
Díaz María José
Fernández Sofía
Flores Maira
Actividad 1
Habermas retrotrae la distinción entre «público» y «privado» a la Grecia clásica. En las ciudades-estado de la antigua Grecia, la esfera de la polis fue separada del dominio privado del oikos. La vida pública estuvo constituida en la plaza del mercado y en las asambleas, donde los ciudadanos se reunían para discutir las cuestiones del día; la esfera pública fue, en principio, un ámbito abierto de debate pero se excluía a las mujeres y a los menesterosos. La hegemonía helena la heredará el Imperio Romano, donde se mantendrá la doble división entre esfera pública y privada.
En la Edad Media, según Habermas, desaparecerá totalmente la esfera pública y se asentará un régimen de publicidad representativa, en el cual la nobleza dominante se contentaba con ofrecer al pueblo el espectáculo del poder, la publicidad se pareció más a un status de reyes y señores, las figuras públicas se exhibían como representantes o personificaciones de un poder superior. Según Jürgen Habermas, el siglo XVIII es el siglo vital en la conquista o en el resurgimiento de lo que se denomina “espacio público”, sobretodo en Francia y en Inglaterra.
La clase burguesa, en ascenso en la Europa Occidental y en lucha contra las prerrogativas del Estado Absolutista, logró crear un espacio de debate entre el Estado y la sociedad civil. Con las primeras revoluciones burguesas, se articula un espacio público que ofrece a los ciudadanos la posibilidad de debatir y discutir el ejercicio del poder estatal. Este debate estimuló el pensamiento crítico y racional gracias a instituciones como los periódicos, los círculos literarios y los cafés.
El sentido atribuido a la «autoridad pública» empezó a cambiar: empezó a referirse menos a la vida cortesana y más a las actividades de un sistema estatal emergente que ha definido legalmente esferas de jurisdicción y un monopolio sobre el empleo legítimo de la violencia. Al mismo tiempo, la «sociedad civil» surgió como un campo de relaciones económicas privatizadas que fueron establecidas bajo la tutela de la autoridad pública. El dominio «privado» incluyó así tanto el campo en expansión de las relaciones económicas corno la esfera íntima de las relaciones personales, cada vez más desligadas de la actividad económica y anclada en la institución de la familia conyugal.
En la Grecia clásica lo público es lo político, el espacio común de actividades humanas de trascendencia histórica, compartidas por los hombres libres (liberados de las necesidades y contingencias del quehacer diario y de la esclavitud del trabajo vinculado a dichas necesidades); lo privado se concibe referido a un dueño y señor, que tiene su espacio vital particular, habitado por seres (cosas, animales y personas) que dependen de él y que están «privados» tanto de derechos políticos como de proyección social. n la época moderna, los derechos políticos se universalizan y la perspectiva social penetra en todos los ámbitos de la vida; surge asimismo un nuevo concepto de privacidad, restringido a la intimidad, que se contrapone no sólo a la esfera de la publicidad, sino también a la esfera social (a pesar de su dependencia de ella).
En la época moderna, los derechos políticos se universalizan y la perspectiva social penetra en todos los ámbitos de la vida; surge asimismo un nuevo concepto de privacidad, restringido a la intimidad, que se contrapone no sólo a la esfera de la publicidad, sino también a la esfera social (a pesar de su dependencia de ella).
La publicidad políticamente activa no está ya subordinada a la idea de una disolución del poder: más bien ha de servir al reparto de éste; la opinión pública se convierte en una mera limitación del poder. A partir de entonces hay que procurar que ese poder más fuerte no aniquile a todos los demás.
En este sentido, fue fundamental el papel de las casas de café en Gran Bretaña y de los salones en Francia para el afianzamiento de unos nuevos espacios públicos donde se discutía de diversos temas. El descubrimiento de América, las guerras, las novedades literarias o las noticias cortesanas eran los temas más comentados en estos lugares. Al principio, estos espacios eran bastante restrictivos para todos aquellos que no pertenecieran a la aristocracia. Sin embargo, con el paso del tiempo se fueron abriendo y pudo acceder la burguesía. Además, los asuntos políticos hicieron acto de presencia en estos salones y casas de café. Con las primeras revoluciones burguesas y el auge de la prensa, el espacio público fue extendiéndose a amplias capas de la población. Esto permitió que un cierto grupo de ciudadanos empezara a emitir sus propias valoraciones sobre los asuntos de interés general.
Actividad 2
Características | Interacción cara a cara | Interacción mediática | Interacción casi mediática |
Constitución espacio-temporal | Contexto de copresencia espacio-tiempo compartido | Separación de contextos. Disponibilidad extendida espacio-temporal | Separación de contextos. Disponibilidad extendida espacio-temporal |
Alcance de señales simbólicas | Multiplicidad de señales simbólicas | Reducción del radio de acción de las señales simbólicas | Reducción del radio de acción de las señales simbólicas |
Orientación de la acción | Específicamente hacia otros | Específicamente hacia otros | Hacia un indefinido numero de receptores potenciales |
Dialógica o monológica | Dialógica | Dialógica | monológica |
Los tres tipos de interacción que plantea Thompson son: la interacción cara a cara, la interacción mediática y la casi mediática.
Según Thompson en el texto la teoría de la esfera pública: “deberíamos reconocer desde el principio que el desarrollo de los medios y comunicación ha creado una nueva clase de publicidad que no puede ser adaptada al modelo tradicional. Con el desarrollo de los medios de comunicación, el fenómeno de la publicidad se ha desvinculado del hecho de la participación en un espacio común. Se ha des-especializado y ha devenido no-dialógica, a la vez se ha vinculado crecientemente a la clase especifica de visibilidad producid por los medios de comunicación y factible a través de ellos.
Debemos considerar sistemáticamente la organización social de las industrias comunicativas a una escala global, y los procesos complejos involucrados en la recepción de los productos de los medios de comunicación; y, en general, no se exigirá reflexionar nuevamente sobre lo que la publicidad significa en un mundo penetrado por nuevas formas de comunicación, un mundo en el que la información y el contenido simbólico circulan a grandes velocidades por redes mundiales de emisoras y en el que los individuos pueden interactuar entre sí, y observar personas y a acontecimientos sin que confluyan en el mismo ámbito temporal.
Habermas con respecto a la esfera pública burguesa expresa ciertas ideas y principios que mantienen su pertinencia hoy día. La idea mas importante es aquello a lo que Habermas hace a veces referencia “el principio critico de la publicidad”, se trata de la idea de que las opiniones personales de individuos privados podrían desarrollarse en el medio de una opinión pública a través de un proceso de debate racional-crítico abierto a todos.
La transformación estructural que formulo Habermas ofrece una narración histórica de las formas cambiantes de la vida pública. Combina una penetrante visión histórica de la cultura política de inicios de Europa moderna con una aguda perspectiva crítica sobre la degradación de la vida pública en las sociedades actuales.
Según Thompson uno de los problemas de Habermas tiene que ver con la tesis de la refeudalización de la esfera pública. La espectacularidad que caracteriza hoy en día a la política mediadas por los medios de comunicación, y su interés por cultivar el aura personal antes que por estimular el debate critico, parece remitir, al menos a primera vista, a la clase de publicidad representativa típica de la edad media
Para Thompson, Habermas no aprecia el impacto de los medios de comunicación de más sobre el mundo moderno. Para él los medios crearon nuevas formas de interacción social y de difusión de información.
Actividad 3
Los políticos son ciudadanos que debe preocuparse de su vida, de la vida de los ciudadanos de su ciudad y también junto con los demás hombre, tiene derechos y deberes. Entre ellos se encuentran quienes usan aquella exhibición para su beneficio o quienes encuentran en este espacio de exposición consecuencias negativas.
Silvio Berlusconi es uno de los que borran la separación entre ambas esferas y se exponen así, desnudos, ante la sociedad. En la actualidad lo privado, o la «privacidad» pasó a indicar esa esfera de la vida de los hombres y las mujeres que no debe ser invadida por el poder político. Lo que el político hace en su vida privada, empezando por sus comportamientos sexuales, aunque no solo éstos, inevitablemente influye también en su imagen pública. Los medios hoy son propulsores de información que tiende a meterse en la vida de quienes tienen una figura pública, la gente toma después esos conceptos o características de quienes nos gobiernan. Se podría sostener que si un político traiciona y miente sobre su privacidad es casi lógico que los electores saquen la conclusión de que no vacilará en traicionar y mentir también en sus comportamientos públicos.
Muchos gobernantes utilizan este juego que realizan los medios de comunicación sobre los lectores para obtener publicidad y popularidad. Se dejan llevar por este poder que tienen los medios para alcanzar tanta masa de gente, y de esta manera ganar propagación utilizando todo lo privado para obtener el poder público.
Todos los hombres y las mujeres que están en la política obtienen enormes ventajas: en visibilidad, en popularidad, en prestigio, en dinero, en privilegios y, para nada menor, en poder. Está bien que paguen esas ventajas, asimismo, que los electores sepan cómo se comportan los políticos que eligieron para el Parlamento y que mandaron al gobierno, porque la política nunca está hecha solo de números y votos. Está hecha también de prestigio, de dignidad, de capacidad para infundir confianza.
b)
Thompson distingue tres tipos de escándalos: el propiamente político, en el que se produce un abuso de poder, el político y el económico que en ocasiones pueden llevar al político a aprovechar su influencia para lucrarse y, por último, el escándalo sexual, que afectaría propiamente a la vida privada del político pero puede tener derivaciones políticas que incluso acarreen el fin de su carrera, no necesariamente a causa de la censura moral del público sino por las consecuencias negativas que puede tener lo que Thompson llama “transgresiones de segundo orden”. Además, añadiríamos que los escándalos sexuales tienen un fuerte poder de fascinación para el público.
El autor destaca que los escándalos afectan al llamado poder simbólico del político, su capacidad de influir en los demás, que deriva de su reputación. En el proceso del escándalo Thompson describe la existencia de dos esferas políticas concéntricas; en la interior se encontrarían los representantes de las diversas esferas del poder y en la exterior la ciudadanía. El escándalo empieza en el momento en el que se hace público. El escándalo es siempre un ataque al poder simbólico del político, independientemente de que sea cierto o no y de que también confluyan razones de orden legal (delitos).
Actividad 4
Inés M. Pousadela define como momentos de “crisis de representatividad” a situaciones de “cambios abruptos, repentinos y disruptivos”, pero también “pasajeros”, y en las que el lazo representativo falla por ausencia del reconocimiento de ese vínculo por parte de los representados. El descontento y la movilización se propagan como expresión del cuestionamiento a los representantes en su conjunto en los que se descree y de los que se sospecha, sin diferenciación de individualidades personales o pertenencia partidaria.
Pousadela distingue a la democracia representativa de la democracia directa. Si hay mandatos imperativos, no hay democracia representativa. Pero ello no implica la prohibición de escuchar a las representados e intentar ser lo más fiel posible a sus intereses y necesidades..
La massmediatización de la política como “democracia de audiencia”, alude a una fuerte tendencia que sitúa como centro de la actividad partidaria a los vínculos con los medios de comunicación y a la utilización de las encuestas de opinión, y ubica a la imagen por sobre el debate de ideas y a los líderes por sobre los programas de sus partidos, y que a su vez se va instalando acompañada por la decadencia de las antiguas identidades y subculturas partidarias; determinó la ausencia en algunos casos y la extrema debilidad en otros, de la una estructura partidaria firme en el plano territorial que actuase como barrera de contención de una ciudadanía desesperada. En un contexto en el que la construcción de los partidos que habitan mayoritariamente los espacios de representación se sostiene sobre la imagen mediática de sus principales candidatos, cualquier tambaleo de estos últimos propicia el derrumbe de los primeros.
Edmund Morgan define ficción en su libro “La invención del pueblo”, plantea la idea de que un grupo de personas que encarna la voluntad de todo un pueblo es una ficción, en la misma medida en que lo era la idea de que el rey recibía un mandato divino para ejercer el poder. Es decir que no pueden ser representados por un pequeño grupo de funcionarios el conjunto de la sociedad. Nunca van a poder representar los intereses de todos, por las particularidades de cada individuo.
Uno puede creer que el representante debe trasmitir de modo transparente la voluntad de sus representados, pero ello es imposible.
Mientras los representados se sientan incluidos en las decisiones que toman los representantes, la cosa funciona más o menos bien. Pero cuando esto deja de ser así, es cuando aparecen los cuestionamientos a la ficción de la representación,
Pousadela lo abarca cuando diferencia entre crisis y metamorfosis: de lo que se trata es de que las transformaciones sociales están socavando las bases de la representación tradicional, y nos está costando encontrar nuevas formas de reconstitución del sistema político. Esta crisis es también una crisis comunicacional, en la medida en que estamos en sociedades mediáticas.
Así, estos tres factores contribuyen a la generación de un caldo de cultivo propicio para la emergencia de situaciones de crisis de representatividad y la consiguiente asociación de los ciudadanos en espacios por fuera del aparato estatal, en los que el ejercicio de la democracia directa y la puesta en práctica de los mandatos imperativos se constituyen como los modos privilegiados para la toma de decisiones.
Existen varios momentos históricos en el país que se caracterizan por estos conceptos. El más ejemplificador es el que ocurrió en el año 2001 cuando el vacío de poder produjo que la gente saliera a la calle y expulsara del gobierno al presidente De la Rúa.
Actividad 5
PUNTO A
En las democracias representativas, las decisiones colectivas raramente contemplan a todos los ciudadanos. Es necesario permitir alguna autonomía para el representante. Además siempre hay una distancia entre el representante y el representado, es decir, nadie se autorepresenta mejor que uno mismo. Esta diferencia puede ser imperceptible o llegar a ser un abismo. Para este conflicto existe la autonomía de los ciudadanos que se refleja en el mandato revocable.
La denominada crisis de representatividad puede basarse en tres aspectos:
Crisis económica: la ciudadanía se intranquiliza y se genera una oposición hacia la política.
Mass mediatización de la política: esto trae un vaciamiento de lo político, en pos del show mediático. También se genera una inflación de imágenes vulgares, es decir, las situaciones complejas no son representables en imágenes por lo tanto no dan con el perfil televisivo.
Fragmentación social: esta es una de las causas fundamentales, es una cuestión estructural. La crisis genera un cambio profundo en la sociedad que se pueden observar en la modernidad. Se da una relocalización social, cultural y geográfica que genera exclusión y cambios en las identidades. Ejemplo modificaciones de clases de grupos subculturales, sociedades cada vez más diversas y heterogéneas.
Diversos analistas han abordado cual sería la forma de enfrentar esta crisis y se dan algunas posibles formas. En primer lugar la idea de la representación especular, consiste en complejizar la relación de representación a las distintas características de la sociedad por ejemplo representantes por elección sexual, por género, por región, etc. su limitación es que no todos somos iguales ni pensamos igual, el representante más transparente para uno, es uno mismo. Se busca que el representante sea más parecido al representado.
En segundo lugar se encuentran los mecanismos de de democracia semidirecta, plesbicito y referéndum no suele ser utilizado en todos los casos.
Por otra parte se encuentra la democracia electrónica que podría utilizarse en las grandes ciudades. Esto se vería en el uso de Internet o de los medios de comunicación. Hoy la publicidad y las tendencias culturales nuevas pasan por los medios. Tenemos una imagen del poder, es decir, la esfera pública diferenciada no expresa el poder y este se minimiza en escándalos mediatizados, de lo privado a lo público.
PUNTO B
Thompson considera que la producción institucionalizadas y la difusión generalizada de bienes simbólicos a través de la fijación y transmisión de información o contenido simbólico.
La comunicación de masas cuenta con las siguientes características:
Implica medios de reproducción y difusión institucionalizados, en este caso se trata de la industria mediática.
Las formas mediáticas se constituyen en bienes de consumo.
Ruptura estructurada entre la producción y recepción. El flujo comunicativo se produce en un solo sentido.
Extienden la disponibilidad de los contenidos en el espacio y el tiempo
Su carácter público extrínseco
La mediatización de la cultura se da dentro de de esta comunicación de masas y se encuentra enmarcada por los poderes, especialmente el poder simbólico o cultural reflejado en instituciones tales como la escuela o la iglesia y los medios de comunicación. En estas instituciones confluyen además los otros poderes y esta relación se refleja en como el poder nos ve, es decir, se da un mensaje unidireccional.
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